viernes, 30 de marzo de 2018

RETO 4 PALABRAS

Otra participación más en el reto 4 palabras. Teníamos que escribir un poema o un relato con las palabras: arroz, lentejas, maravilla y taxi. Y que sorprendente es cada uno de los relatos. Esta ocasión de la mano de Cristina Velasco, un relato precioso. Gracias por querer compartir con todos nosotros tu relato.


Era un día algo raro pero ella se encontraba de maravilla. Sabía que ese día iba a ser especial y que jamás lo olvidaría. Quería hacer algo diferente a lo que estaba acostumbrada, por rutina todos los  días cogía el coche para ir a trabajar. Pero estaba deseando que fuese diferente y lo fue.
Se dispuso a coger un taxi y apreciar esas ciudad tan bonita que le encantaba desde siempre, cosa que cuando iba en coche no podía hacer.
El día anterior se había preparado lentejas para comerlas en el trabajo...Pero al bajar del taxi, como aun tenía tiempo para entrar a trabajar se dirigió al bar que solía frecuentar alguna vez para tomar café y fue ahí donde se encontró con esa persona que veía siempre que iba a ese bar y que nunca se atrevió a decirle nada por vergüenza.
Sin saber cómo, se acercó a ella y le dijo todo lo que había sentido este tiempo por ella y no se había atrevido a decirle; Coincidían en lo mismo, sentían lo mismo, y ninguno de los dos se había imaginado que ese día sería el principio de muchos más...Y que comerían el arroz más bueno que nunca nadie les hubiese preparado.

viernes, 23 de marzo de 2018

RETO CUATRO PALABRAS

Un grupo de raras. Una noche de risas, copas y poemas ,decidimos que cada una escribiera un pequeño relato, un pequeño poema con cuatro palabras. Cada una decía una, sin normas, sin explicaciones. Asi surgió este poema donde tenían que aparecer estas cuatro palabras: Arroz, lentejas, maravilla y taxi. En esta ocasión de la mano de Susana Izquierdo.
Gracias grupo de raras, gracias grupo de Creación literaria por despertar en nosotras todo lo que llevamos dentro.




                                               Desazonados unos tacones se alejan
                                               corren por avenidas desiertas.
                                               Huyen por calles con olor a lentejas,
                                                aroma a vida casera.

                                               Tacones que pisan adoquines,
                                                cubiertos de granos de arroz
                                               de actos de amor en la iglesia.

                                                El velo se desprende.
                                                La decisión tomada coge fuerza.
                                                La parada de taxi está cerca.

                                                ¡Qué maravilla,
                                                la libertad ya llega!









viernes, 16 de marzo de 2018

RETO CUATRO PALABRAS

Una participación más al reto de las cuatro palabras, que surgió una noche de confidencias, risas y copas entre un grupo de apasionadas a la lectura y escritura. Las palabras elegidas fueron: arroz, maravilla, lentejas y taxi, que variopintas palabras que al final hacen un todo verdaderamente precioso.
Aqui el relato de Gloria Alcolea, que lo disfrutéis:






EL VIAJE


Estaba sentado allí, en aquella sala triste a media luz, como se sentía él en ese mismo momento, triste,muy triste. No hacía más que repetirse que tenía que haber venido antes, tenía que haber vuelto antes y así podría haberla visto sonreír una vez mas haber comido nuevamente sus estupendas lentejas con arroz que él por mucho que lo intentara no sabía hacer igual. Siempre la había echado de menos aunque hablaba con ella prácticamente todas las semanas y oía su risa por el receptor del teléfono pero no era lo mismo, tenerla cerca, poder darle un abrazo, un beso, mirar su cara y ver en sus ojos si su risa era verdadera o solo un “no te tienes que preocupar por mi, estoy bien”. Pero ya era tarde para lamentos, y ahora tendría que vivir con esos mil “sí mamá pronto iré a verte, es que ando muy ocupado”, por muchos aviones, trenes o taxis que cogiera nunca llegarían a ese destino que ahora reposaba tranquilo delante de él en la sala del tanatorio, parecía dormida, en paz, había dejado de padecer en esta vida que no había sido fácil para ella, llena de sufrimiento por lo perdido, lo luchado y no conseguido y por esa enfermedad que siempre le recordaba el número infinito de músculos que tenía en su cuerpo.

Era lo único que podía reconfortarle un poco en este momento saber que donde estaba ahora era feliz, disfrutando de lo desconocido para los mortales pero de lo que ella estaba muy segura encontraría cuando hiciera el viaje sin retorno, “el viaje maravilla” le llamaba ella.

“Descansa mamá, te lo mereces, siento no haber cumplido mi promesa de volver a verte en vida, lo siento muchísimo” le decía al otro lado del cristal como si ella pudiera oírle, con el alma rota y la pena inundándole  los ojos y el pecho, “de algo estoy seguro nos volveremos a ver, te quiero

viernes, 9 de marzo de 2018

RETO 4 PALABRAS


Otra participación del reto 4 palabras, donde teníamos que escribir un poema o relato a partir de las palabras: arroz, lentejas, maravilla y taxi.



Esta vez de la mano de MariCarmen Benitez. Nos deleita no con uno sino con dos relatos en primera persona. Unas reflexiones de lo más interesantes, que bien podrían ser de cualquiera de nosotros. Gracias por querer compartir con todos nosotros tus relatos.


  Todo el día metida en el taxi, la gente cree que es un trabajo estupendo, me dicen:
-Tú, ni frío, ni calor, metidita en el coche de un lado para otro.
No saben lo duro que es, lo que tengo que aguantar a veces con los pasajeros, el tráfico, el riesgo que corremos. Pero no quiero quejarme, no hay trabajo maravilloso, o yo no lo conozco, todos tienen sus pros y sus contras.
Algo bueno que tiene es que entre carrera y carrera, parones, etc., tengo tiempo de pensar en mis cosas, que son siempre las que tengo que hacer cuando me bajo del coche, siempre voy corriendo, lo que me viene muy bien después de tanto tiempo sentada, hago la compra, preparo la comida del día siguiente, limpio, recojo, me viene estupendamente pensar para organizarme. Por ejemplo, para mañana, tengo pensado hacer unas lentejas con arroz y ya tengo en mi cabeza las cosas que necesito comprar.
También tengo tiempo de soñar y uno de mis sueños recurrentes es que alguien me pida que le lleve a otro lugar, lejos de esta ciudad en la que no paro de dar vueltas, con un paisaje que me sorprenda, yendo a la playa o a la montaña. 
Quizás tendría que ser conductora de autobuses o camiones, de esos que hacen rutas largas y se pasan días fuera de casa y comen en restaurante todos los días.
Por cierto, las lentejas con arroz serán muy sanas pero son aburridas; creo que pensaré en otra cosa.
 
 
                                 
 
 
 
 
 Miré el reloj y vi que no llegaría a tiempo, así que cogi un taxi.
La cosa me iba a salir cara y, por si fuera poco, estaba de malhumor. Últimamente las reuniones con mi amiga Berta se habían convertido en un tormento. Estaba obsesionada con la  comida sana y se pasaba el tiempo hablando de calorías, carbohidratos, aminoácidos,  proteínas, fibra, minerales, grasas.
Las lentejas con arroz me decía que era la comida más completa, que deberíamos comerlas al menos un día a la semana y me echó un discurso de una hora hablando de esto.
Me gusta comer, probar diferentes sabores, texturas, olores; para mí comer es algo más  que saciar el hambre, significa placer, cultura. Sin embargo, a este paso terminaré aborreciendo la comida.
Mi amiga es una persona maravillosa pero tendré que darle un ultimátum o deja el tema o tendremos que dejar de vernos.

viernes, 2 de marzo de 2018

Aquí os dejamos la participación al reto de cuatro palabras: arroz, lentejas, maravilla y taxi de Ana Garcia. Con una sensibilidad y un cariño que le pone a sus relatos que quita el sentido.



Me enamoré en un trayecto de cuarenta minutos. Ella llevaba dos tupers, uno de arroz, otro de lentejas.
Me contó que a cada uno le gustaba un plato en Navidad.
Me relató como los cocinaba a fuego lento cada Nochebuena desde hacía tres años.
Hicimos dos paradas, pasó todo muy rápido. Jamás vi una sonrisa más dulce, en una vida tan amarga.No le cobré la carrera. Le conté que en mi taxi, durante el día de Navidad, un trayecto era gratis. Era mi regalo a una mujer que cuidaba a sus padres de maravilla.