LA GRANJA ALBOROTADA
En la granja había un gran alboroto, los perros ladraban, las gallinas cacareaban, los cerdos gruñían, los caballos relinchaban, las ovejas balaban y la niña remoloneaba.
La madre no sabía que hacer para detener tanto jaleo.
-Pondré la radio -pensó-, a ver si es verdad que la música amansa a las fieras.
La niña remolona fue a echar la comida a los conejos.
-Me gustaría comer cangrejos, iré al estanque y los pescaré.
Se alejó de la marabunta de sonidos sin pedir permiso.
Cuando estaba pescando, oyó un ruido, al volverse lo vió.
-Un lobo -gritó.
Y sin pensar el cubo con los cangrejos le tiró, con tan buena fortuna que en la cabeza se le encasquetó. Rápida cogió un palo que por allí había y le golpeó. Tanto y tanto le dio que el lobo se mareó, le ató lo mejor que pudo y a su madre buscó.
-Ahora entiendo la razón de tanto alboroto, los animales habían olido al lobo -dijo la madre.
Y por fín la paz volvió a la granja.
Mª Carmen Benítez de Armas
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